viernes, 29 de noviembre de 2013
Jodido Diciembre.
Ya te he hablado de la locura, ahora déjame que te la enseñe.
Aprendí a volar y nada cambió, las hostias que antes me daba contra el suelo
pasé a dármelas contra el techo de esta jaula.
Hice mil escalas en mis viajes, aprendí a vivir de aeropuertos;
de oídos en los que retumbarían mis pesadillas
en sus próximos mil destinos lejos de mi.
O incluso mil y uno. Tampoco estaré el mil dos.
He dormido con mi cuerpo ocupando tres sillas de plástico
y ninguna me resultó lo suficientemente cómoda.
Supongo que las mentes prefabricadas no me excitan,
y yo soy un jodido enfermo del morbo que no cree en la química.
Después de tantos despegues y aterrizajes
Más allá del tabaco y sus alientos importados
y 'te quiero´s' de contrabando camuflados en sexo.
Lejos de tu cuerpo y retozando con tu cerebro,
y en él,
he tenido orgasmos de alegrías que no marchitarás
porque fueron efímeras.
Y ahora aquí,
un aterrizaje de emergencia sobre tu piel.
Lo
considero
inevitable. (Lo Quiero Inevitable.)
Me quedaría aquí a ver, sin moverme, que clase de utensilio macabro utilizará la vida para separarnos. Como he hecho siempre.
Por ver caer su ley en un gesto insalvable entre nosotros y separar los finos lazos que levantan las palabras vivas de un muerto.
Pero pienso, que prefiero que me separe a mi por la mitad que no a nosotros por medio.
Sin miedo; ¿qué hay más bonito que eso?
jueves, 10 de octubre de 2013
Va de drogas.
Cuento los adioses con los dedos de una mano que no tengo, para que me entren todos sin que parezcan muchos; para volverme un poco menos loco. Es la única forma de que mis venas no acaben por pedir la clemencia de una aguja, o mi nariz la facilidad de un paso de peatones, cuanto más largo mejor, para cruzar esa jodida calle por la que fantasmas conducen mis recuerdos a toda velocidad. Y es que a este paso a saber dónde acabamos todos, yo que he odiado los porros como el típico viejo que se deja la paga mensual en ginebra y detesta a los jóvenes, de los de fútbol y burdel. Y aquí estoy, calada tras calada, mirando los barrotes de la jaula sin saber que hacer. Os juro que o parto todos mis huesos contra ellos, o acabo con todos vosotros. Compañeros de celda. Hijos de puta.
lunes, 30 de septiembre de 2013
Confeso.
"No es verdad ángel de...(Bang Bang)"
Supongo que soy ese al que le cuesta asimilar adioses definitivos, el que quemaba tus recuerdos cada noche como señal de socorro esperando que volvieses.
O todo o nada. Y no lo digo yo, lo decían tus ojos petrificados en trozos de papel plastificados;
joder, que todos sabemos que las fotos son de ese material con el único fin de que no se empapen con las lágrimas.
Me dijeron que parte de la culpa es mía por no creer en dioses, de esos que te prometen volver a ver lo que ya no está, cuando tú tampoco estés, en un lugar que nunca estuvo.
Y oye, que no siento en absoluto el sacarte de tus casillas si eso nos lleva a descubrir nuevos lugares.
Tal vez algún horizonte nuevo que observar juntos sin darle mayor importancia, exento de la tercera dimensión, como quien mira un cuadro; y sí, mientras te como. Cómo no.
Lo cierto es que hacerte cosquillas es mi forma de exprimirte las sonrisas. Ya sabes, yo dándote el coñazo sobre cómo el fin justifica los medios. O por lo menos que los medios que elegimos nosotros mismos justifican cualquier fin. Quizás mañana nos de igual dónde terminemos. O dónde empecemos.
Yo he vomitado en cada esquina en la que el amor me sugería olvidarte. A su cara. Para que se fuera a tomar por culo y me dejará estar contigo; de la manera que fuese.
Y al resto qué deciros. Os quejáis de vuestros despertadores, pero ninguno habéis oído el disparo de su portal al cerrarse.
...y mucho menos habéis caminado hasta casa con la bala en el pecho, aún caliente y oliendo a ella.
Ahora en serio... daría de hostias a cualquiera que te llamase princesa.
sábado, 28 de septiembre de 2013
7 Vidas. 6 Balas.
Se mudaron las estaciones y tú y yo nos quedamos a ver como se lo tomaba el corazón. Como una madre soltera haciendo cuentas a la luz del flexo después de acostar a sus hijos. Futuro incierto. Con el destino marcado en el mapa si te pintas los ojos antes de salir. O aquí sin ti, escribiendo(te) mientras la vida me da el coñazo con sus imposibles. Nunca quise no mojarme cuando llueve, créeme, solo sueño con empaparme contigo y llegar a casa juntos, con la ropa calada y los ojos secos. Con alientos drogados y el calor viciado de tu olor borrando las lágrimas tóxicas que esta ciudad disparó a bocajarro en nuestra piel; utopías infantiles de adultos forzados, soñando con sábanas a las que no les importe ser toallas. En noches sin tregua que nosotros nos tomamos libres, sin nada que decirte, ya sabes, apretando el botón que pone al mundo en "mute. Y mis ideales preguntándome cómo me puede importar más tu piel que todo lo que ocurra en la jodida corteza terrestre. No me mientas, el roce no hace el cariño tan solo una puta llaga.
Con siete vidas por corazón y esta pistola de tan solo seis balas.
sábado, 14 de septiembre de 2013
Tigo.
Ella sonrió, y fue entonces, cuando en medio de la tormenta, distinguí una diminuta pero intensa luz.
Yo flotando a la deriva mientras me axfisia el aire, mientras se comen las gaviotas todos los recuerdos que nunca ví. A mercez de unas olas xenófobas que ni con el pasaporte de tu voz, sellado con la huella de tu piel, me dejan entrar en las entrañas de la inmensidad que guardan. Que son. Que yo llamo cielo. Y me cago en la puta lluvia que me moja mientras duermo, que me despierta ilusionado y pensando que no ha sido ella sino el mar. Que ingenua, como si yo no supiese distinguir a las lágrimas de algún dios inútil de las tuyas, de tu saliva; junto a la mía, y de todo lo demás que un día se mezcló con ella sobre mis labios.
Y tú ahí, bailando bajo el agua del mismo océnano, al ritmo de los truenos ahogados antes de tocar tus tímpanos... otros tantos ilusos que creyeron que eras suya. Y te imagino respirando mil olores que yo nunca me podré imaginar, ¿que cómo es eso? pues pensando en ti sin saber ya ni donde paras a tomar café, si ya puedes bebérlo sin que caiga en él algo de sal. No me mires así, te juro que yo soy ancla para llegar hasta tí. Y sí, ya me sé cómo morir pero pienso en ti y casi que prefiero aprender a vivir.
"tigo"...sin el "con", para que no sea del todo un "contigo". Si no estamos no podemos dejar de estar.
Ten un orgasmo, dime te quiero o dame un beso; pero que no conste en acta.
Esto nunca ha pasado, por eso nos pasa.
domingo, 4 de agosto de 2013
Cardiografía.
Descúbreme los secretos que guardan todos esos laberintos y muros
que eregiste sobre camposantos de emociones, que cierran con tanto ahínco los portones
que protegen todos tus mordiscos y a ver si así, de una vez por todas,
termino de perder la cabeza por tus colmillos.
Porque tú no sabes como me dolió cuando me desvirgaste el corazón a sonrisas;
aún sin prisas y con pausas.
Con tu adiós enquistado en mis entrañas y el recuerdo de tu sonrisa descorchando mi mirada, amputándome los párpados y vaciándola de este mar en el que se nos fue la mano con la sal.
Ahora saco tiempo a las cosquillas que no te haré, con ese siniestro placer que me produce el dejarlo correr y osar perderlo entre versos de quirófano que yo observo,
totalmente exento de cordura, esperando un hálito de vida que nunca llega.
Día 126: El problema reside en el suero de la vida; le falta tu saliba.
martes, 30 de julio de 2013
Grisáceo.
Los días se destiñeron, como se destiñe todo lo que envejece, con esa degradación lenta pero inexorable tan característica del paso del tiempo. Primero le tocó al azul del cielo que se llevó consigo al del mar, por esa hendidura del horizonte que siempre les quiso tanto unir como separar. Después le tocó al rojo del ocaso, luego al carmesí de tus labios, y juntos se llevaron el tono exacto de mi sangre y hasta su calor. Más tarde le llegó el turno al verde de los prados, y del aliñe de tus cigarros; de las hojas y de las plantas que siempre nos miraron y nunca regamos. Se fué el amarillo del sol, con el dorado envejecido de tu pelo, se fueron todos y el resto. Y por último y sin remedio, hasta el tono exacto de tu piel.
La vida quedó en escala de grises, y yo me quedé observándola recordando el único tono que nunca me abandonó: el de los coloretes de tus mejillas al darlas calor.
lunes, 29 de julio de 2013
.
Abréme el canal y abandona mis entrañas para no volver jamás. Y así, solo quizás, pierda todas las ganas. Usa tú última sonrisa para arrancar de cuajo mis párpados y huye lejos antes de que se enteren mis pupilas. Llévate este océano de sal que inunda mis pulmones. Porque calan las noches de tormenta, cuando afuera reina la calma y dentro naufragan mis sueños entre todas las lágrimas que borre de tu rostro con mis dedos, que envenenaron mis ciénagas de recuerdos.
Me gusta hasta como dejas que me desangre.
Me gusta hasta como dejas que me desangre.
domingo, 28 de julio de 2013
Goma del pelo.
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Yo.
domingo, 21 de julio de 2013
Ausencias.
Alguien me hizo pensar una vez que las peores ausencias son las que vacías de recuerdos y luego no puedes llenar, como ese cajón en el que guardabas unas fotos que rompiste, y en el que ahora ya no puedes guardar otra cosa, como temeroso de olvidar incluso la mera memoria de aquellas fotos ebrias de los verdaderos recuerdos. De extinguir esas últimas brasas centelleantes de la moribunda hoguera, las que resisten los inviernos bajo el hollín y la salvan de ese deceso del que ya no se puede volver.
Pero no me inquieta, yo solo quiero vaciarlos y no volverlos a llenar de nada nunca más; necesito ser ligero pues mañana pienso echar a volar.
Pero no me inquieta, yo solo quiero vaciarlos y no volverlos a llenar de nada nunca más; necesito ser ligero pues mañana pienso echar a volar.
sábado, 20 de julio de 2013
Siempre Fuerte.
Mis pesadillas no son muy diferentes de mis sueños, ayer los cumplí todos, por eso hoy sufro esta tortura que me produce el perderlos. Me invade el infierno, me enseña mi nuevo hogar, y es exactamente igual que el anterior, pero sin ti; estará intentando que me sienta como en casa para que no me escape. Que ingenuo, como si tuviese a donde escapar.
Enterré para siempre a mi ángel de la guarda el día que te dije adiós y como no, nadie muere si se le recuerda, por eso cada noche me atormenta su fantasma.
Y yo sueño con conquistar otro cielo donde la luz se refleje en unos ojos igual que lo hacía en los tuyos, sin aditivos, metiéndome la esperanza vía oral con cada beso. Y es que hablabamos bien, pero siempre se nos dio mejor querernos. Hoy un puñal se desliza por mis entrañas buscando las puertas que dejaste por cerrar, mientras que yo voy reconstruyendo mi coraza alrededor de tu sonrisa. Cuando ésta se vaya mi corazón será una diana para los colmillos del resto del mundo, pero no te preocupes, se hará cenizas entre los labios que se cierren sobre él; incluidos los tuyos.
Porque he venido aquí para luchar y si muero luchando nunca habré perdido.
Sobrevivir, eso es lo único que importa.
Siempre Fuerte.
miércoles, 17 de julio de 2013
Déjame perder.
Cuento las estrellas cada noche y les resto las de tu espalda para saber que están todas.
`Hasta el infinito y más allá.´ Y me pasé de parada, consumido por el vértigo que me produce ver el vacío rellenando tus ausencias. Estado de shock, dígame doctor: ¿que parte de mi he perdido? Me falta algo...¿me queda algo? Y otra bronca al corazón, ¿por qué solo sabes que dejarme tirado?
Pero mira, ya no me imagino ni el peor de los infiernos sin ti; solo una noche más, y prometo irme antes de que te hayas despertado. No más persianas rotas, ni velas en lugar de lámparas; no más madrugadas buscandole las vueltas a las sábanas.
No tengo razón y nunca me ha faltado, soy la ley que te saltarías por ver como el mundo se hace añicos entre mis brazos.
Mira a la desgracia a mis ojos; déjame perder.
Follar con otro para sudar mi amor.
lunes, 8 de julio de 2013
Quimera.
Te recuerdo desnuda y te miro a los ojos, y no será porque no tenga ganas de comertelo todo.
Inquieto, porque no sabía que también pudiese faltar el aire en sueños. Pero eso es bueno -deduzco- quizás mañana volvamos a corrernos juntos. ¿Quién más iba a creer que el cielo es un séptimo?
Pero te planto cara, porque una sola muestra de debilidad, de intención de ceder, puede hacer ver que nos queremos; y eso no es bueno.
" -Te vistes y nos vamos." te dije, y por eso nunca más nos fuimos.
Y míranos, jugando a olvidarnos, como si así pudiésemos hacerlo; quizás así lo hagamos. Porque pese a todo, ¿para qué se juega si no es para ganar?
lunes, 1 de julio de 2013
Mi oficio.
Me hablan de oficios y yo pienso que el mejor casi con certeza lo tiene el viento, por eso de golpear, acariciar y mecer tu pelo. Pero no, no puede ser tan sencillo elegirlo.
Tal vez lo tenga el suelo en el que queda impresa la huella de tu pie desnudo, o la ola que se llevó tu culo. Quizás el calor del que siempre serás presa, al que nunca podrás desterrar, al contrario que los hombres, de tu alcoba; el que siempre te hará sudar.
E imaginar el de cristal líquido que escandaliza tus poros, o el porro que te mece y te canta una nana al oído, con la serenidad que solo puede tener el humo. Pudiera ser, digo yo que podría ser, el de sueño, para poder entrarte a cada noche de lleno. Y tú sin posibilidad de huída.
Pero que hablo de oficios, si el mejor de todos es el mío; el de saber como eres con todos mis sentidos.
lunes, 17 de junio de 2013
Telonera.
Por sentarnos a ver si el sol quiere como se fusionan nuestras sombras, y verlas fundirse en una sola sin que la frontera de la piel incida, sincronizándolas en escala de grises y grabando así en el suelo la silueta que pego cada noche en mi techo.
Por eso de seguir andando ciegos, entre precipicios y paso a paso, al ritmo de artilugios ancestrales que despiertan del coma para enseñarnos la demencia más cuerda. Esa que se borda poco a poco y con delicadeza en tu lengua.
Que si no te veo me siento un rato a recordar tu sonrisa, a ver como induce una vez más el caos en mi cuerpo. Y mientras afuera el mundo termina de volverse loco.
Lee todos los libros, aprende cuanto puedas y luego quémalos porque todos ellos mienten. ¿Anatomía? la verdad es mucho más sencilla: el cuerpo es solo una extensión del corazón para poder querernos. Abres el telón, comienza la obra y tú te vas. Y yo me quedo esperando un final que nunca empieza. Me habré confundido de hora. Respiro, miro un reloj al que robaste las agujas en un descuido.
Y apareces, aunque sea tan solo para cerrar el telón.
Y es así como yo aunque con frío consigo dormir, porque sé que si vuelves a cerrarlo, es porque duermes tras él, cerca de mi... y porque mañana lo volverás a abrir.
martes, 11 de junio de 2013
Luces De Septiembre.
Desde aquella noche he sabido que algún dia, no importaba cuándo, llegaría nuestro momento. Que en un lugar lejano, las luces de septiembre se encenderían para nosotros y que esta vez, ya no habría mas sombras en nuestro camino.
Esta vez sería para siempre."
sábado, 25 de mayo de 2013
Mi morfina.
Siempre me he preguntado que sería aquello en lo que pensaría en ese último segundo antes de morir. Ahora estoy en paz al saber que será tu sonrisa, sin lugar a dudas, mi beso de despedida, esa última caricia invisible; la última sensación de calidez. Ya no me preocupa la idea de irme, no es cuestión de que tenga o no prisa por hacerlo, sino de que simplemente por fin sé como la recibiré.
Y tú habrás sido la mejor oportunidad para redimirme, para olvidar. Para vivir. La que se hizo un hueco junto a él.
Mi morfina.
Y tú habrás sido la mejor oportunidad para redimirme, para olvidar. Para vivir. La que se hizo un hueco junto a él.
Mi morfina.
martes, 21 de mayo de 2013
Ciclo.
Sin duda lo peor de que te torture esta vida por el día, es que al llegar la noche no haya nadie para curarte. Y llegar a la cama con el temor de que el sol atraviese en cualquier momento la persiana y se hunda en tu ojos, secándolos, quemando los sueños. Tierra estéril. Y mientras tanto la vida real tan ignífuga como siempre.
Con todos esos ruidos que no quieres oir resonando en tu cabeza, con una armonía impropia de una composición tan dolorosa y psicodélica. Y al compás de ésta y siempre firmes, tus tormentos, que nunca duermen y bailan libres entregando tus bostezos como presente a los lustros. Tu piel sufre el mono de unos labios, de unas manos, de otra piel; pero hoy como ayer en su lugar solo están las sábanas. Con el cuerpo semirígido sobre una cama que a cada día resulta más incómoda, preparándose para encajar ese golpe que nunca sabrás librar y que algún día dejarás de recibir. Y es por eso, y quien sabe si algo más, que ahora saboreas tranquilo como el sol se descuelga lenta pero inexorablemente de su trono en el cielo. Sabes que volverá, y con él éste infierno.
Más algún cielo que alcanzar.
domingo, 12 de mayo de 2013
Another Night.
Sé que estoy pagando el precio por lo vivido, y no me avergüenzo de ser un preso que sueña con una risa que abra la cerradura y una mano que le lleve lejos de aquí.
Me aguantaré las ganas, pero que mis últimas palabras para ti sean "te necesito aquí".
miércoles, 17 de abril de 2013
Anocheció.
Anocheció. Sus párpados cayeron como viejas y pesadas persianas; rotas, la lluvia se deslizó imparable. Él sabía cuál era la única función de sus párpados, nunca se mintió, la verdad siempre nítida y afilada: cuando las tormentas comenzaron a nacer dentro de sí mismo comprendió que aquellas barreras no estaban para que algo no entrara... sino para que no saliera. Sus labios saborearon gotas extraviadas; océano de óxido. Condenado a la muerte más lenta a manos del peor de los venenos: la sal que nace en las entrañas de uno mismo. Día a día, sufriendo a pelo.
Los infiernos son personales e intransferibles, se podría decir que están hechos a medida.
Cuando una persona lleva un dolor insoportable e incesante por dentro, tiene la necesidad de buscar algo que le anestesie, pero el problema radica en que conforme pasa el tiempo los anestésicos van perdiendo eficacia. Drogas, violencia... todo, incluso eso, va perdiendo fuerza. Y al final solo queda la más potente de las anestesias; el propio dolor.
viernes, 15 de marzo de 2013
Despierta y sigue.
No estoy solo en las calles, me quedan las huellas de tus zapatos. Pero no las beso; ya sabes, siempre fui más de besarte la boca que los pies. Pero si las sigo, mientras no me saquen del camino, por supuesto, como siempre hicimos; dime que como siempre haremos. Pisándolas voy pensando - si, a veces lo hago- que mi suela siempre va a la inversa, que siempre voy en dirección contraria a la tuya, o tú a la mía. Yo que sé. Puede que sea mi subconsciente, que solo busca la mejor forma de darme de bruces contra ti. Finge casualidad y dame un beso, luego admite que estaba todo planeado y dame otros dos...o tres, o cuatro. No consigo ni olvidarme de tus huellas y ya me encuentro con tu mirada perdida reflejada en algún cristal. Y tu rostro dibujado sobre alguna cara de mierda, de estas que están tanto de moda, las que todo el mundo lleva y nadie supo nunca donde compró. Tu silueta en la pared, inmóvil y oculta, secando al sol. Ingenua. Como si creyese que puede hacerlo sin mi aliento.
Ahora dime, si te veo de está manera con los ojos abiertos, ¿cómo crees que te veré cuando los cierro?
No me mires así, soy de los que secarían el mar para que no zarpase el barco.
lunes, 4 de marzo de 2013
Entre La Bruma: Imagina.
Imagina a una persona que respira al igual que tú, pero no como tú. Una para la que cada bocanada es un mensaje cifrado, mil señales de peligro y el resto un inmenso océano de ácido y fuego. Que toda su piel sea una enorme y mal curada cicatriz. Imagina que lo que para ti es cerrar los ojos para ella es abrirlos, y viceversa. Un enorme amasijo de clavos oxidados por las lágrimas que no derramó, en su pecho, en serio, imagínatelo. Ahora céntrate en sus pies, son firmes y una vez incluso tuvieron raíces, pero ha pasado mucho tiempo desde entonces y ahora aún sin ellas soportan el peso de todas las ramas que no dejan de crecer. Sus ojos son como pozos, al menos si se miran a sí mismos, pero es normal, ¿no? un ciego no puede ver la oscuridad. Sus manos son toscas, con dedos de uñas destrozadas, de arañar paredes, aunque en realidad no ha arañado ninguna. Imagina sus dientes, allí donde asoman sus entrañas; sabrás mucho de ella por ellos.
Imagíname a mi.
lunes, 18 de febrero de 2013
Entre La Bruma: My World. The World.
Deja que el mundo cambie, que de todas las vueltas; deja que muera y pierda las cuentas.
Perdiendo el contacto con la realidad, ya no se muy bien si es el abrazo de tus piernas o tu sudor que me coloca, el baile tribal de los mechones de tu pelo o el hambre insaciable de tu boca. Seguramente sea todo, incluso hasta puede que no sea nada.
Y sueño con dibujar en tu espalda con mi dedo, mientras bebo de tus labios gasolina, uniendo las estrellas de tu espalda hasta prenderlo como si fuese una cerilla. ¿ Quieres arder conmigo?, no hace falta que sea por siempre, solo hasta que no queden ni los restos.
Entre la dócil percusión de mi rutina nace la salvaje melodía de tu roce, y vuelvo a enloquecer pensado en el por qué de todo, el por qué de los por qués. Y miro al suelo y la tomo con él, el por qué de él, y me doy cuenta de que la única razón de que exista es para ponerte contra él.
Me como el mundo para que lo saborees en cada beso.
sábado, 16 de febrero de 2013
Microrrelato: La Vida En Café.
Paseó su mirada por la cafetería, analizando a todas y cada unas de las personas que frecuentaban el lugar, muchas de ellas a diaro. Pero ya lo hacía sin entusiasmo.
Sabía que el camarero que siempre se olvida de darle el sobre de azúcar estaba divorciado, quizás por eso mismo se olvidaba, ¿no? De tantos cafés solos y sin azúcar, en un vago intento de saborear algo más amargo que su desamor. También estaba al tanto de la mujer que sorbía su té con infinita elegancia junto a la ventana, soltera y en pleno fruto de la madurez, ya había perdido la cuenta de todos los hombres que habían compartido una tarde en aquella cafetería a su lado, justo antes de irse seguramente con ella a la cama, parte de atrás de un coche o cualquier otro lugar en el que abandonarse a unas caricias sin sentido, que no llenarían su corazón sino más bien harían más grande su vacío.
Después estaba aquel hombre de avanzada edad, aparentemente enganchado a la barra, que leía el periódico con aquellos ojos tristes de haber visto demasiadas desgracias. Todos los jueves iba al cementerio, lo deducía porque pedía un chupito de whisky, compraba un ramo de flores en la floristería de enfrente y acto seguido pedía un taxi que siempre tomaba la calle que llevaba a las afueras de la ciudad. Un amor de esos que ni la muerte puede apagar ni mermar lo más mínimo.
Y por último estaba él, diferente a todos ellos, lo que albergaba en su corazón no voy a decíroslo, pero si os diré que estaba más vivo que cualquiera de las personas que le rodeaban.
Posó sus ojos sobre el libro del que nunca se separaba y leyó en silencio. Arranco un pedazo de la hoja, con delicadeza, como si estuviese arrancando un pedazo de su corazón.
Lo dejó sobre la mesa, bajo un par de monedas, y se fue sin despedirse.
(...)
El camarero sonrió a su mujer mientras acariciaba la mejilla del niño que tenía entre sus brazos, haciendo caso omiso de la clientela. Unos metros más allá una mujer no podía parar de reír junto a un hombre que buscaba su piel, una caricia fugaz y disimulada, como si fuese el único sentido de su vida. No tardarían en despedirse del camarero y entrelazar sus manos mientras caminaba a juntos a su nueva casa, humilde... acogedora. Su hogar.
Mientras el anciano compró el mismo ramo de flores que siempre, pero como era de costumbre desde hacía unos meses, le entrego una de las flores a la dueña, a su amiga. Justo después se despidió con una mirada de afecto y se fue caminando por la misma calle que tantas veces había recorrido en taxi, disfrutando del último soplo de la vida.
"Las palabras son las llaves del alma"
domingo, 10 de febrero de 2013
Microrrelato: Una Bala
Apuntó a aquel hombre y apretó el gatillo todo lo despacio que le permitió su dedo sudoroso, pero el percutor se abalanzó veloz e implacable sobre la bala. Fue en ese momento exacto en el que cerró los ojos debido al fogonazo, al retroceso; al repentino sobresalto que produce una sorpresa tan previsible y esperada. Imágenes borrosas bombardearon en silencio su mente y en todas aparecía el rostro de ese hombre que ahora esperaba impasible, congelado en el tiempo, esa bala que por destino debía golpear en algún lugar de su pecho. El destino se aferró a su piel y tiró, reclamando para sí el punto y final. Abrió los ojos con los recuerdos resbalando por sus mejillas, escapándose para siempre. Para cuando volvió a enfocar con su mirada el cuerpo de aquel hombre la bala ya le había alcanzado. Contempló como se desplomaba sobre la sombra que desaparecía conforme se acercaba más y más al suelo. La sangre marcó la aplastada silueta, encerrándola para siempre en el parqué de aquel cuarto maldito.
Ya no había nada. El tiempo murió pero las manecillas del reloj no se pararon, simplemente desaparecieron. Solo fue eso, un solo segundo que acababa para siempre con la eternidad.
Nada. Ni pasado, ni presente, ni futuro, ni otra respiración a parte de la suya propia colmando la pequeña habitación. Ya no había la sombra de un cuerpo izado frente a él. Ya no había nada ni nadie, tan solo sus cadáveres.
____________________
Los dos agentes de policía tiraron la puerta abajo y entraron en la habitación. Entre las sombras hallaron lo esperado, el cuerpo del hombre tendido en el suelo.
- No ha habido nadie más en esta habitación, solo él - dijo uno de los agentes mientras se llevaba el teléfono a la oreja.
- Si, lo sé. - contestó su compañero.
Avanzó hacia el cuerpo hasta que éste quedo casi a sus pies. Una pistola descansaba en la mano derecha del cadáver y el dedo índice aún se encontraba sobre su gatillo; agarrotado.
La cara había quedado petrificada en el momento exacto del disparó, todavía se podían apreciar las marcas de las lágrimas. El abismo en su cara.
El policía comenzó a escribir las notas para su informe, despacio y tranquilo, pero se detuvo un instante y volvió a contemplar aquel rostro. Debía poner la causa de la muerte, pero le resultaba tan difícil. El sabía que en casos como esos solo importaba el "cómo" , nunca el "por qué".
Terminó de escribir su informe con ese regusto amargo que deja la ignorancia que requiere el sistema.
" ... Causa de la muerte: Suicidio. "
miércoles, 6 de febrero de 2013
Entre La Bruma: Promise.
Hice arder mi cuarto ante mis ojos, el colchón bajo mis dedos, en un vago intento de borrar tu marca sobre las sábanas y tu pelo desertor en mi almohada. Pero sigo sin saber como desenterrar tu sudor de mi pecho, como borrar la marca de tus lágrimas de entre mis dedos. Busqué en mis adentros mi principio y no vi más allá de tú final. Abrí cada ventana, pero no hay corriente que se lleve tu aroma. Y sigo sin encontrar el antídoto para este veneno dulce que me resta horas de sueño, creo que tampoco lo quiero. Vacié todos los cajones para dejar espacio al futuro y me vi llenándolos de su ceniza. Ansié beber de tu mirada y acabé buscándola sediento entre la gente.
La noche no es tan fría como la sienten los huesos de los ciegos ebrios de miedo.
La noche no es tan fría como la sienten los huesos de los ciegos ebrios de miedo.
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