lunes, 1 de julio de 2013

Mi oficio.


Me hablan de oficios y yo pienso que el mejor casi con certeza lo tiene el viento,  por eso de golpear, acariciar y mecer tu pelo. Pero no, no puede ser tan sencillo elegirlo.
Tal vez lo tenga el suelo en el que queda impresa la huella de tu pie desnudo, o la ola que se llevó tu culo. Quizás el calor del que siempre serás presa, al que nunca podrás desterrar, al contrario que los hombres, de tu alcoba; el que siempre te hará sudar.
E imaginar el de cristal líquido que escandaliza tus poros, o el porro que te mece y te canta una nana al oído, con la serenidad que solo puede tener el humo. Pudiera ser, digo yo que podría ser, el de sueño, para poder entrarte a cada noche de lleno. Y tú sin posibilidad de huída.
Pero que hablo de oficios, si el mejor de todos es el mío; el de saber como eres con todos mis sentidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario