sábado, 28 de septiembre de 2013

7 Vidas. 6 Balas.


Se mudaron las estaciones y tú y yo nos quedamos a ver como se lo tomaba el corazón. Como una madre soltera haciendo cuentas a la luz del flexo después de acostar a sus hijos. Futuro incierto. Con el destino marcado en el mapa si te pintas los ojos antes de salir. O aquí sin ti, escribiendo(te) mientras la vida me da el coñazo con sus imposibles. Nunca quise no mojarme cuando llueve, créeme, solo sueño con empaparme contigo y llegar a casa juntos, con la ropa calada y los ojos secos. Con alientos drogados y el calor viciado de tu olor borrando las lágrimas tóxicas que esta ciudad disparó a bocajarro en nuestra piel; utopías infantiles de adultos forzados, soñando con sábanas a las que no les importe ser toallas. En noches sin tregua que nosotros nos tomamos libres, sin nada que decirte, ya sabes, apretando el botón que pone al mundo en "mute. Y mis ideales preguntándome cómo me puede importar más tu piel que todo lo que ocurra en la jodida corteza terrestre. No me mientas, el roce no hace el cariño tan solo una puta llaga.
Con siete vidas por corazón y esta pistola de tan solo seis balas.



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