Deja que el mundo cambie, que de todas las vueltas; deja que muera y pierda las cuentas.
Perdiendo el contacto con la realidad, ya no se muy bien si es el abrazo de tus piernas o tu sudor que me coloca, el baile tribal de los mechones de tu pelo o el hambre insaciable de tu boca. Seguramente sea todo, incluso hasta puede que no sea nada.
Y sueño con dibujar en tu espalda con mi dedo, mientras bebo de tus labios gasolina, uniendo las estrellas de tu espalda hasta prenderlo como si fuese una cerilla. ¿ Quieres arder conmigo?, no hace falta que sea por siempre, solo hasta que no queden ni los restos.
Entre la dócil percusión de mi rutina nace la salvaje melodía de tu roce, y vuelvo a enloquecer pensado en el por qué de todo, el por qué de los por qués. Y miro al suelo y la tomo con él, el por qué de él, y me doy cuenta de que la única razón de que exista es para ponerte contra él.
Me como el mundo para que lo saborees en cada beso.
Hacía tiempo que no me pasaba a ver nada tuyo, y que mal he hecho al no hacerlo. Un gran texto. Me gustó mucho lo de "¿quieres arder conmigo?"; creo que ahora miraré al fuego de otra manera.
ResponderEliminarOtra cosa. He descubierto una red social para escritores: megustaescribir.com . En la página hay unos vídeos sobre el funcionamiento de la misma. Pensé que te gustaría y por eso te lo comento.
También he visto que has vuelto a retomar el twitter dedicado al blog. Me gusta eso.