viernes, 29 de noviembre de 2013
Jodido Diciembre.
Ya te he hablado de la locura, ahora déjame que te la enseñe.
Aprendí a volar y nada cambió, las hostias que antes me daba contra el suelo
pasé a dármelas contra el techo de esta jaula.
Hice mil escalas en mis viajes, aprendí a vivir de aeropuertos;
de oídos en los que retumbarían mis pesadillas
en sus próximos mil destinos lejos de mi.
O incluso mil y uno. Tampoco estaré el mil dos.
He dormido con mi cuerpo ocupando tres sillas de plástico
y ninguna me resultó lo suficientemente cómoda.
Supongo que las mentes prefabricadas no me excitan,
y yo soy un jodido enfermo del morbo que no cree en la química.
Después de tantos despegues y aterrizajes
Más allá del tabaco y sus alientos importados
y 'te quiero´s' de contrabando camuflados en sexo.
Lejos de tu cuerpo y retozando con tu cerebro,
y en él,
he tenido orgasmos de alegrías que no marchitarás
porque fueron efímeras.
Y ahora aquí,
un aterrizaje de emergencia sobre tu piel.
Lo
considero
inevitable. (Lo Quiero Inevitable.)
Me quedaría aquí a ver, sin moverme, que clase de utensilio macabro utilizará la vida para separarnos. Como he hecho siempre.
Por ver caer su ley en un gesto insalvable entre nosotros y separar los finos lazos que levantan las palabras vivas de un muerto.
Pero pienso, que prefiero que me separe a mi por la mitad que no a nosotros por medio.
Sin miedo; ¿qué hay más bonito que eso?
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Me ha encantado. Es precioso y ala vez como salvaje, sensual, triste y alegre. Contradictorio. Pero en conjunto bello.
ResponderEliminarSi tienes la oportunidad pásate por mi blog thebeautifulinblue.blogspot.com.es
Cuando consideraba que la juventud estaba perdida, que prevalecían los superficiales y una diminuta minoría sabía perfectamente de qué iba la vida, apareces tú y me conquistas con tus palabras.
ResponderEliminarIncreíble como escribes, comento en este expresamente porque este mes me marca mucho.
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